Capítulo 2 : Class de 2 Banme ni Kawaii Onna no Ko to Tomodachi ni Natta

Hice mi primera amiga, Asanagi-san. Lo que hizo surgir nuestra amistad fue algo inesperado.

Ocurrió después de la ceremonia de entrada, durante el primer día classe.

* * *

"Uhh... T-to... ¡Todos...!"

"Sensei, ¿eso significa que morderse la lengua causa una buena primera impresión?"

La congelada atmósfera de la clase se relajó en el momento en que cierta estudiante, cuyo nombre y rostro no reconocí en ese momento, habló.

"Lo siento, es la primera vez que soy profesora de aula, así que estoy un poco nerviosa... De todos modos, mi nombre es Yagisawa Miki... A partir de hoy, espero trabajar con vosotros, al menos hasta el próximo año... ¡Ya está, lo he dicho todo!"

"Vaya, ¿estaremos bien durante ese periodo de tiempo?"

Por primera vez, la clase rompió a reír.

La profesora de la clase parecía poco fiable, pero parecía del tipo que todo el mundo adoraría.

Incluso cuando mis compañeros se burlaban de ella, seguía sonriendo alegremente, quizás siempre había sido así desde su juventud. Probablemente entendía su naturaleza torpe y decidió aceptarla.

Al parecer, Yagisawa-sensei tenía veinticinco años y sólo llevaba tres como profesora.

"Bueno, basta de hablar de mí, ya lo aprenderéis todo sobre mí en el futuro. Hoy me gustaría que todos se presentaran. Por eso ayer decidí hacer esto... Bien, pasad esto al que está detrás de vosotros".

Mis compañeros se pasaron el papel que recibieron de Yagisawa-sensei.

Tarjeta de autopresentación

- Nombre:

- Escuela secundaria anterior:

- Aficiones:

- Gustos (Comida, gente):

- Unas palabras de saludo a la clase:

"Haah..."

Suspiré en cuanto lo leí.

Tenía un mal presentimiento.

"Todos rellenarán la tarjeta. Luego sacaré tarjetas al azar y le haré preguntas a ese alumno sobre lo que ha escrito. ¿Qué os parece? Se me ocurrió después de pensarlo mucho. Ahora podemos romper fácilmente el hielo de la primera hora de clase".

Ya veo.

Había treinta alumnos en esta clase, así que dos minutos por persona deberían ser suficientes para completar la hora. Sin embargo, para gente como yo, que había sido un solitario desde la escuela primaria, esto era bastante molesto.

Cuando jugaba, un minuto parecía pasar en segundos, pero cuando tenía que dar un discurso delante de todos como éste, ese minuto parecía una eternidad.

Y como nos dio un límite de dos minutos, la carga para mí se duplicó. Esto es simplemente una tortura.

Algunos estudiantes se quejaron de esto.

Sí, es cierto. Presentar tu nombre y de dónde eres, decir unas palabras y terminar rápido con ello debería ser suficiente para una simple autopresentación como ésta. Se ahorraba tiempo y ese tiempo se podía utilizar para organizar adecuadamente nuestros asientos.

"¡Me parece bien este tipo de presentación, sensei! No sé lo que debo decir al presentarme, ¡así que seguir su guía es más conveniente para mí!"

"¡G-Gracias! Y, ¿tú eres... um...?"

"¡Me llamo Amami, Amami Yuu! Sensei, es un placer conocerte".

Los ojos de todos se dirigieron a cierta chica que levantó la mano. Por supuesto, los míos también.

Su pelo era rubio y sus ojos azules. Destacó en la ceremonia de entrada y se veía aún más linda de cerca. Decir que parecía una ídol no era una exageración.

Cuando expresó su opinión, los que se quejaron cerraron inmediatamente la boca.

Era obvio que esta chica sería el centro de la clase, así que nadie fue tan tonto como para ir en contra de sus palabras.

Después de eso, todos entregaron obedientemente a Yagisawa-sensei sus tarjetas de autopresentación.

"Entonces, empezaré a dibujarlas... el primero es Amami-san, así que, ¡empecemos por ti!"

"¡Sí, profesor! ¡Pregúntame cualquier cosa!"

Amami-san fue la primera. No hay duda de que ella pasará esto con facilidad.

"Bien. Así que, tu nombre es Amami Yuu, bueno eso es todo bien, eres de... el instituto femenino Tachibana... Huh, ¿no es esa la prestigiosa escuela de acceso? ¿Por qué elegiste inscribirte en este instituto?"

NT: Una escuela de acceso es una escuela donde no se realizan exámenes de admisión, en inglés se llama “escalator school”.

"Pensé que sería mejor para mí entrar en un instituto mixto. Quiero decir, soy una estudiante de secundaria, tengo interés en ese tipo de cosas".

"Ya veo. Supongo que estás en esa edad eh, Amami-san".

Al escuchar la respuesta de Amami-san, la cara de algunos de los chicos se puso roja de emoción. Sin embargo, al contrario de lo que esperaban, yo estaba seguro de que ella saldría con un chico guapo de otra escuela, así que no era algo que mereciera la pena destacar. En cuanto a mí, me parece bien ser un desconocido.

Sus otras respuestas fueron...

- Pasatiempos: ¡El karaoke! Me encanta cantar, ¡así que vamos todos juntos después de la escuela!

- Gustos: ¡Los dulces! Pero subo de peso con facilidad, así que actualmente estoy a dieta...

- Palabras de saludo: ¡Seamos amigos!

Una presentación ejemplar.

Los chicos parecían querer saber más sobre ella, pero por desgracia para ellos, los dos minutos pasaron rápidamente.

Entonces, Yagisawa-sensei llamó al siguiente estudiante...

"El siguiente es... un chico, eh, Maehara-kun."

"...Sí..."

Yo.

Pensé que tendría que esperar un poco más, pero no esperaba que mi parte fuera justo después de la de Amami-san.

"¿Maehara-kun es del Instituto Matsubara...? ¿Dónde está?"

"Está en la prefectura vecina. Me mudé aquí hace poco, en el invierno del tercer año de mi curso de secundaria. Bueno, algo así..."

No quería entrar en detalles al respecto, así que lo dije vagamente. Mis padres se divorciaron por aquella época, así que me mudé aquí con mi madre.

"Huh, eso es inusual. Entonces, lo siguiente sería..."

Sensei tampoco me presionó para que respondiera.

Mis otras respuestas fueron las siguientes.

- Pasatiempos: Juegos.

- Gustos: Nada en particular.

- Palabras de saludo: Saludos.

"Hmm..."

Sensei parecía no estar contenta con mis respuestas.

Sin embargo, realmente no tenía ningún gusto o disgusto en particular, no había casi nada que hiciera normalmente aparte de jugar. Escuchaba música, leía libros y veía películas, pero eran sólo pasatiempos, no lo hacía muy a menudo y no podía considerarlos exactamente aficiones.

Sólo estaba siendo sincero en mis respuestas.

"Juegos... bueno, a veces jugaba a juegos populares como cierto juego de construcción, así que eso debería estar bien. Pero, ¿Qué querías decir con "nada en particular"? ¿No tienes nada que te entusiasme? ¿Cómo algo que esperes con ansias los fines de semana?"

"...Bueno, sí tengo una cosa".

"A-así que sí tienes algo, entonces, suéltalo, suéltalo, ¿qué es?"

En realidad no quería decir nada, pero se me escapó la lengua. Es el punto de no retorno.

"Como siempre estoy solo los viernes, llamaría a Uber Eats o algo así y pediría una pizza o lo que sea, entonces, jugaré o veré algo en la televisión mientras bebo algún refresco..."

"Ehh... Mmm... Bueno, esto debería estar bien..."

Sensei no quería que ocupara demasiado tiempo, así que me dijo que volviera a mi asiento.

Debido a mi introducción, la clase estaba envuelta en una extraña atmósfera, pero sólo estaba siendo honesto, a quién le importa.

La mayoría de mis compañeros tenían amigos de la misma escuela secundaria, pero como yo ni siquiera era de esta prefectura, no tenía ninguno, sumado al hecho de que nunca fui un chico sociable para empezar, era inevitable que me aislara del resto de la clase. Bueno, Ooyama-kun era una excepción, ya que hablábamos bastante a menudo. Pero, al final, seguía pasando la mayor parte del tiempo en la escuela en silencio.

Esto continuó durante un buen tiempo, hasta cierto viernes por la tarde.

Como de costumbre, compré un refresco en la tienda de camino a casa, pedí una pizza por teléfono y me tumbé en el sofá del salón para ver una película cuando sonó el timbre.

"¿Ya llegó la pizza...? No, no debería... no ha pasado tanto tiempo desde que los llamé..."

Apreté el botón del monitor mientras me preguntaba eso.

"...Um, hola, tengo algo de pizza y refrescos aquí... Uh... Maehara-kun... ¿Quieres disfrutarlas conmigo...?"

"¿Eh? Uhh... ¿Asanagi-san?"

"S-sí..."

La persona que estaba delante de la puerta con una pizza de tamaño L y dos botellas de coca cola de 2L en sus manos no era el repartidor habitual, sino mi compañera de clase, Asanagi-san, con la que nunca había hablado correctamente.

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