Capítulo 19: Class de 2 Banme ni Kawaii Onna no Ko to Tomodachi ni Natta

Lo siento

Maehara Maki y Amami Yuu. Las dos personas que no tenían ninguna relación entre sí estaban manteniendo una conversación. Este hecho hizo que el ambiente antes animado se volviera silencioso en un instante.

"¿Eh? Uhh... ¿Yo?"

Ella mencionó específicamente mi nombre, así que por supuesto que me estaba llamando. Pero como yo estaba alucinando y mi cerebro se cortocircuitó, no pude evitar soltar esa pregunta.

Ahora reuní las miradas curiosas de toda la clase.

Dudo que alguien esperara que la chica más guapa del curso llamara a la persona más desagradable de la clase. A los demás compañeros probablemente les pareció un hecho escandaloso y les encantó. Yo, en cambio, odiaba que esto pudiera iniciar algunos rumores estúpidos que pudieran alimentar sus conversaciones.

"Mhm. No tardaré mucho, sólo quiero hablar contigo sobre... el viernes pasado... ¿Te... importa?"

"No, no me importa... pero..."

Mientras los demás compañeros empezaban a cuchichear entre ellos, yo miré a Asanagi.

No sabía de qué habían hablado Asanagi y Amami, pero tal vez ella le dijo a Amami que al menos se disculpara conmigo rápidamente, ya que nuestro último encuentro fue bastante desagradable.

Asanagi hizo un gesto de disculpa con las manos... Supongo que esto significa que ni siquiera Asanagi lo vio venir.

"Siento haberte hecho enfadar la última vez. No sabía nada de ti, Maehara-kun, pensé que sería divertido que saliéramos juntos, pero fui demasiado insensible para darme cuenta de tus sentimientos..."

"N-no, está bien, Amami-san, no necesitas disculparte. Debería ser yo quien se disculpara. Yo fui el que fue insensible, así que por favor, levanta la cabeza".

Ni siquiera necesité cuestionar su sinceridad. Su rostro parecía tan sombrío que era obvio que hablaba en serio. No era una disculpa forzada la que me estaba dando. Era una disculpa seria y sincera.

Aunque estaría bien que ignorara a alguien como yo.

Ya lo sabía, pero Amami-san era realmente amable.

"Entonces, ¿me perdonas? ¿Ya no estás enfadado conmigo?"

"Mhm. Ya no estoy enfadado. También tengo que disculparme por lo que hice, así que, lo siento".

"No, no, yo debería ser la que se disculpe".

Justo cuando los dos inclinamos la cabeza al mismo tiempo, sonó el timbre, anunciando la hora de la clase.

Tengo que decir que el timbre fue muy oportuno. Si no sonaba en ese momento, estaríamos atrapados en el bucle de disculpas interminables.

"Muy bien, todos, tomen asiento... Huh, hay mucho silencio, ¿qué pasa?"

Yagisawa-sensei, nuestra profesora de aula, entró en la clase y nos envió una mirada llena de sospecha.

"Bueno... Digamos que estamos en paz".

"Claro, me parece bien".

"Gracias, Maehara-kun. Pero, quiero hablar contigo un poco más... ¿Tienes tiempo hoy?"

"¿Eh? Sí, tengo, pero..."

Los fines de semana estaban reservados, pero hoy era lunes. No hice ningún plan para el lunes, ni para ningún otro día, por cierto.

"¡Está decidido entonces! Luego te cuento los detalles... El otro día te di mi número de teléfono, lo guardaste, ¿no?".

"¿Eh?"

"¿Eh?"

En el momento en que esas palabras salieron de la boca de Amami-san, la clase se llenó de susurros.

'Oi, ¿habéis oído eso?'

'¿Cómo consiguió el número de teléfono de Amami-san?'

'¿No es la primera vez que hablan?'

'Oi oi, estoy tan celoso...'

Ni siquiera trataron de ocultarlo. Sus conversaciones llegaron a mis oídos.

"¿Eh? ¿Eh? ¿He dicho algo malo...?"

"Amami-san... Se suponía que eso era un secreto, ¿no...?"

"... ¡Ah!"

La primera vez que hablamos no fue en los recreativos, sino hace un tiempo, bajo las sombras de las bicicletas del aparcamiento. Fue cuando nos escondimos y vimos juntos la confesión a Asanagi.

Ya me he disculpado con Asanagi por ello, pero mantuve en secreto el hecho de que Amami estaba conmigo. Por eso no es el murmullo de la clase lo que me da miedo.

"Umm... Uhh... Nos vemos luego".

"S-sí..."

En el momento en que Amami-san volvió a su asiento con sus pequeños pasos, el teléfono de mi bolsillo vibró.

Ni siquiera tuve que mirar para saber quién me había enviado un mensaje.

Era la misma persona que sacó su libro de texto y miró fijamente la pizarra.

[Tenemos que hablar.]

En cuanto vi su mensaje, solté un pequeño grito.

¿Será suficiente una simple disculpa para que me perdone? ¿Debo inclinarme y hacer una dogeza? (NT: Si no lo sabes, dogeza es la disculpa postrada).

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